Texto de sala para El color es una línea en el tiempo en el Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano de La Plata 2021
En la forma – color se inicia la obra de Di Toro. Sus investigaciones se traducen en series que por primera vez son exhibidas en el MACLA, donde explora una interrelación fundamental dentro de la abstracción geométrica.
“Una vez que el tema básico ha sido seleccionado, ya sea simple o complejo, un infinito número de desarrollos diferentes pueden evolucionar de acuerdo con las inclinaciones personales o el temperamento individual”, escribió Max Bill.
En sus trabajos, Di Toro se apropia del cuadrado como núcleo que avanza como un mismo elemento cambiante, donde por momentos se funde, se independiza, genera vínculos, se va complejizando e incluso se sintetiza.
Al igual que maestros como Albers, Tomasello, Espinosa, esas exploraciones sobre una misma forma, que denomina Cuadrículas, demuestran las muchas posibilidades que ofrece un camino aparentemente estrecho.
Las variaciones en los tonos, las serializaciones y rotaciones introducen a las obras temporalmente, haciéndolas vibrar como un pulso, una onda expansiva que pretende escapar al marco.
En su serie Puertas, las formas son variadas pero se estructuran, se van encastrando separadas por líneas de color, donde cada plano juega su papel en la construcción general, que marca el camino hacia un centro sensible, allí donde debemos ingresar.
Partiendo de un arte geométrico universal, es en esta propuesta donde más Di Toro se acerca a la abstracción latinoamericana, pero siempre desde su impronta personal. Allí donde la percepción cambia, las puertas nos guían en una apariencia de sentido que solo reside en el espectador.
Rigurosa, precisa en la confección hard edge del detalle, Di Toro impacta en los tonos que elige, porque no es complaciente. En sus indagaciones el color es una línea en el tiempo que marca cada trabajo, cada serie. Una intensidad que parece nunca haberla abandonado.